Hace unos años, tuve un despertar espiritual que me brindó una percepción más clara del Cristo y trajo transformación y curación a muchas áreas de mi vida.
Durante varios años antes de eso, nuestra familia había atravesado períodos de intensa fricción. Me llamaban casi a diario para mediar en problemas que surgían entre los miembros de mi familia. El hecho de que me metieran en medio de estos conflictos me provocó un gran trastorno mental.
Por aquella época, comencé a tener síntomas muy molestos de una dolencia interna. Recordé haber escuchado a una amiga describir esos síntomas relacionados con el cáncer, y tuve miedo de tener el mismo problema. Entonces decidí llamar a un practicista de la Ciencia Cristiana para que me apoyara con la oración metafísica.
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