Una noche recientemente, estaba acostada en mi cama en la oscuridad, cuando de repente sentí una horrible presión en las costillas. No sabía lo que era, pero inmediatamente tomé mi Himnario de la Ciencia Cristiana, porque siempre obtengo de él muchos pensamientos inspiradores. Lo abrí al azar y leí el Himno 272. En el idioma alemán, la primera estrofa dice algo como esto:
Dondequiera que la luz penetre en la noche
Dios reina en el poder eterno.
De mar a mar y estrella a estrella,
La luz del Señor brilla clara y pura.
(Isaac Watts, adapt. de la letra en inglés y trad. © CSBD)
Se me hizo claro que Dios reina en todas partes y que Su luz brilla en mi habitación también. Eso quería decir que no podía haber dolor cerca de mí, porque todo el espacio estaba lleno del Amor divino.
De un momento a otro el dolor desapareció, y me pude dormir de inmediato. Y en la mañana, tampoco hubo ningún dolor, y nunca regresó. Estoy muy agradecida por la Ciencia Cristiana.
Friederike Söllinger
Königswinter, Alemania
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