Al leer las noticias, me he encontrado con el problema de la debilidad y aparente inestabilidad dentro del gobierno de ciertas naciones. Los factores de fondo parecen incluir prácticas y tomas de decisiones presuntamente poco éticas por parte de algunos funcionarios y líderes gubernamentales, incluso una falta de adherencia al estado de derecho, que finalmente ha resultado en una deficiencia en el control de la corrupción.
Si buscamos estabilidad en los gobiernos de las naciones, lo que a veces encontramos, en cambio, parece ser inestable o turbulento. Incluso aquello que parecería ser estabilidad desde el punto de vista de los sentidos materiales y en base a la forma de pensar materialista, nunca puede ser perdurable. No obstante, cuando comprendemos que el verdadero gobierno es espiritual, reconocemos que es estable, permanente, universal, ilimitado y realmente invulnerable a toda influencia material. Esto se debe a que la verdadera estabilidad, la cual incluye perseverancia y confiabilidad, tiene su origen en Dios, como enseña el maestro cristiano y Mostrador del camino, Cristo Jesús.
Al referirse a sus enseñanzas en el Sermón del Monte, Jesús manifestó claramente: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca” (Mateo 7:2, 25). Para Cristo Jesús, Dios era una Roca —permanente y firme— en la cual siempre podía confiar, y que le brindaba estabilidad espiritual. Seguir sus enseñanzas es como construir sobre una roca; tener a Dios como el fundamento estable.
Cristo Jesús comprendía que la realidad espiritual podía ser reconocida y demostrada al conocer que el reino de Dios es el único reino, el único gobierno verdadero; como dan a entender estas palabras atribuidas a la oración del Padre Nuestro: “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos” (Mateo 6:13). Y Jesús probó la gloria de Dios de muchas formas, entre ellas, sanando a los enfermos, resucitando a los muertos, alimentando a las multitudes, caminando sobre el agua, así como en su sublime resurrección y ascensión. Los gobiernos que parecen estar experimentando inestabilidad ciertamente podrían beneficiarse del Padre Nuestro, afianzado en la Roca de Dios, la Verdad, y sacando a la luz esta fuente de poder firme y seguro.
Al orar por la estabilidad de las naciones, he hallado que esas palabras de la oración de Jesús son sumamente útiles. He reconocido al orar que, puesto que Dios no nos mete en tentación, la tentación no tiene poder en el reino de Dios. Por lo tanto, el hombre, como linaje espiritual de Dios, solo puede reflejar la bondad del carácter de Dios, en el cual no hay maldad. El reino de Dios está establecido universalmente, y Su gobierno está intacto, es estable y demostrable.
Mary Baker Eddy, una devota cristiana y pensadora espiritual, también enseñó que la verdadera estabilidad tiene su origen en Dios. Hay una obra de arte en mi oficina que me recuerda a su poema titulado “Cristo, mi refugio”, el cual usa la ilustración de una roca en relación con Dios, la Verdad, y expresa fuertemente este sentido de estabilidad. La obra representa una playa sobre una costa oceánica y olas que baten contra una gran roca. El poema mencionado dice en parte:
Me asienta firme la Verdad
en roca fiel,
se estrella el bronco vendaval
en su poder.
(Escritos Misceláneos, pág. 397)
Su comprensión de que Dios era la Verdad fue para ella una roca mientras transitaba por el desafiante camino de la fe, para finalmente descubrir la Ciencia Cristiana y fundar la Iglesia de Cristo, Científico. Esta roca le brindó un fundamento espiritualmente permanente y confiable desde el cual probar la realidad espiritual; la verdad de la existencia espiritual del hombre como enseña la Ciencia Cristiana. Ella escribió: “Edificando sobre la roca de las enseñanzas de Cristo, tenemos una superestructura eterna en los cielos, omnipotente en la tierra, abarcando el tiempo y la eternidad” (Mensaje a La Iglesia Madre para 1901, pág. 25).
El reino de Dios está establecido universalmente, y Su gobierno está intacto, es estable y demostrable.
Cuando servía en la Marina de los Estados Unidos, confiar en Dios, la Verdad, era como una roca de estabilidad para mí y mi esposa durante una época de incertidumbre respecto a mi próximo lugar de destino. Estaba a la espera de que el encargado de traslados de la Marina me informara. No obstante, mientras pasaban los días, las semanas y los meses sin recibir noticia alguna, nosotros continuamos orando. Al orar yo afirmaba la verdad de que Dios, la Mente única —no muchas mentes— tenía el control, y sabía que Dios realmente gobierna mi vida. Por lo tanto, el plan de Dios estaba presente, así que nuestro lugar estaba establecido ahora mismo. Sabíamos que el tiempo estaba en las manos de Dios, no en las de nosotros ni las de la Marina.
Finalmente me enteré de que tenía dos opciones, y oramos para tener la guía de Dios; para ser dirigidos por Su voluntad. Un día, mientras navegaba en el mar, estaba caminando por la proa del barco y escuché en el pensamiento un inspirador mensaje sobre una de las opciones que decía: “Ve a Carolina del Norte, serás grandemente bendecido”. Eso fue lo que hicimos, ¡y fuimos muy bendecidos! Sentimos que Dios, la Verdad, era una fuente firme de estabilidad espiritual para nosotros al brindarnos la certeza de Su control, guía y cuidado, así como una sensación de paz y tranquilidad ante la ansiedad y la incertidumbre.
He descubierto que a medida que oro con la comprensión de la verdad del ser espiritual del hombre, esto me mantiene firmemente arraigado para ver que el hombre es el linaje espiritual de Dios, creado a Su imagen y semejanza, totalmente bueno (véase Génesis 1:27, 31). Y, al ser el linaje espiritual de Dios, el hombre (incluido cada uno de nosotros) vive, se mueve y existe en el Dios infinito, el bien (véase Hechos 17:28, LBLA), la única Mente, de donde deriva toda cualidad buena del hombre.
He afirmado en oración que el hombre solo puede expresar la rectitud y la bondad de Dios, como se evidencia en las decisiones morales sensatas, entre ellas, tomar buenas decisiones éticas, respetar el estado de derecho, oponerse al soborno y evitar los conflictos de interés. Toda propensión al mal, el engaño, los pensamientos y acciones deshonestas, no tiene poder real para gobernar a nadie porque Dios gobierna a Su linaje. Es importante comprender y afirmar que los líderes y funcionarios del gobierno están realmente subordinados al gobierno de Dios; a “una influencia divina siempre presente en la consciencia humana” (Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. xi).Y puesto que Dios es todopoderoso, esta influencia divina es el único poder que gobierna al hombre, de manera que esto puede manifestarse en el cambio y la reforma de los corazones humanos para el mejoramiento de las naciones.
En esta misma línea de pensamiento, Ciencia y Salud también afirma: “Dios no podría nunca impartir un elemento del mal, y el hombre no posee nada que él no haya derivado de Dios” (pág. 539). La Ciencia Cristiana indica claramente la irrealidad del mal y su incapacidad para controlar al hombre, a quien Dios creó solo bueno. Y dado que la bondad de Dios está siempre presente, el mal, los pensamientos y comportamientos inmorales no tienen verdadera presencia, lugar ni poder. Las oraciones que afirman esta verdad promueven las mejoras en los gobiernos humanos.
Lo cierto es que la bondad nunca es vulnerable a una influencia maligna porque solo existe un poder: Dios. Estas palabras de Ciencia y Salud son una base poderosa para nuestras oraciones en este sentido: “Sé firme en tu comprensión de que la Mente divina gobierna, y que en la Ciencia el hombre refleja el gobierno de Dios” (pág. 393). Puesto que Dios, el bien la Mente única, es omnipotente y gobierna armoniosamente el universo espiritual, el hombre solo puede reflejar el gobierno armonioso de la Mente, el cual puede manifestarse en las naciones al mejorar el carácter y comportamiento moral de los líderes y funcionarios gubernamentales.
En los últimos años, ha habido algunas alentadoras señales de progreso moral dentro de las naciones. Estas son simplemente algunas: el Primer Ministro de la India ha hecho que las licitaciones del gobierno sean más transparentes. En Ucrania, finalmente nuevas entidades anticorrupción presentan los casos ante la corte, “con la esperanza de terminar con una cultura de impunidad”. Y una agencia de Indonesia, la Comisión para la Erradicación de la Corrupción, ha conducido el enjuiciamiento de funcionarios de alto nivel, y también promueve la enseñanza sobre la integridad y la honestidad a los niños (véase The Monitor’s View, The Christian Science Monitor, September 1, 2016).
Nuestro reconocimiento de la realidad espiritual de que el gobierno estable que Dios ejerce sobre el universo está intacto, aquí mismo, debilita las opiniones acerca de los gobiernos inestables por medio de la influencia divina de Dios, la Verdad. A medida que nuestro pensamiento cede a Su gobierno estable, podemos contribuir a que se perciba, y tener la expectativa de ver, el poder sanador de Dios evidenciado por lo menos en cierto grado en la creciente estabilidad de las naciones alrededor del mundo. En verdad, Dios es una Roca; una fuente permanente de estabilidad para las personas y las naciones.
