Si alguna vez estuviste en el desierto, posiblemente hayas visto a lo lejos lo que parece ser agua en el suelo, aunque no haya agua allí. Eso es un espejismo. Un espejismo puede engañarnos para que creamos algo que no es real, como cuando vemos a la distancia que las vías del ferrocarril convergen o que un avión se hace cada vez más pequeño a medida que desaparece en el cielo después del despegue.
A pesar de lo que vemos, estas cosas no nos engañan, porque sabemos la verdad sobre lo que está sucediendo. Sabemos cómo se construyen las vías del ferrocarril y que los aviones siempre se mantienen del mismo tamaño, en la tierra y en el aire.
En la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, aprendí que saber lo que Dios es nos ayuda a comprender la verdad sobre muchas cosas importantes. Comienza con la comprensión de que Dios es bueno, Espíritu y Amor. Y que Dios hizo todo y vio que era “bueno en gran manera” (Génesis 1:31). Esta es una verdad en la que siempre podemos confiar, sin importar lo que veamos con los ojos.
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