Querido lector:
En recientes entregas de esta columna, hemos hablado sobre las cualidades que contribuyen a un buen artículo, tales como la profundidad de la metafísica, la autenticidad de lo expresado y la cordialidad con que se comparte. Otra cualidad importante es que sea accesible.
Escribir con metafísica y discernimiento profundos no está en desacuerdo con escribir para toda la humanidad y hacer que nuestras palabras e ideas estén al alcance de todos. Por ejemplo, cuando escribimos y revisamos cualquier artículo, nos esforzamos por mantener nuestra atención centrada en lo siguiente: ¿Se conecta con los lectores de hoy? ¿Usa lenguaje e ideas contemporáneas? ¿Están los conceptos espirituales que compartimos escritos en un lenguaje claro que cualquiera pueda entender? Y ¿lo compartiría yo con alguien?
Cada publicación procura conectarse de todo corazón con lectores que han tenido todo tipo de experiencias —lectores de toda la vida o recién llegados— profundizando las ideas metafísicas al tiempo que se mantiene realmente accesible para todos los pensadores.
De manera que, por favor, continúen enviándonos sus sugerencias y comentarios. Recibimos con agrado ideas que nos ayuden a mejorar la implementación del fundamento sólido y atemporal que estableció Mary Baker Eddy. Ella escribió: “Un grupo pequeño de pensadores sabios es mejor que una multitud de tontos y más fuerte que el poderío de imperios” (La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 162). Estos pensadores, ella dijo, “son sinceros, generosos, nobles y por lo tanto, están abiertos a la aproximación y al reconocimiento de la Verdad” (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 450).
La humanidad está ansiosa por conocer la Verdad, y todo aquel que lee y escribe para estas revistas está respondiendo a ese llamado.
Larissa Snorek
Redactora Adjunta