Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer
Original Web

Condiciones de mucho tiempo son sanadas

Del número de mayo de 2024 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 27 de noviembre de 2023 como original para la Web.


Durante unos veinte años tuve que lidiar con hemorroides sangrantes. Más o menos cada tres meses sangraban profusamente. Cuando esto ocurría, oraba y dejaban de sangrar en unos tres días, pero la afección continuaba. Había aceptado que enfrentaría este problema por el resto de mi vida. Sentía que podía soportarlo. No le pedí ayuda a un practicista de la Ciencia Cristiana porque me daba vergüenza el tipo de problema.  

Hace varios años, conversé con un amigo de la Ciencia Cristiana que se preguntaba por qué algunas condiciones se sanaban, mientras que otras no. Su pregunta me obsesionó. ¿Por qué no se habían curado las hemorroides, cuando yo había sanado de tantas otras cosas en diversas oportunidades? Así que le pedí a Dios una respuesta, y comencé a escuchar mensajes angelicales, o ideas, de Dios en el pensamiento.

Mary Baker Eddy, la Descubridora de la Ciencia Cristiana, indica en su libro Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras que crecemos a través de las pruebas. Ella afirma: “Los desafíos son pruebas del cuidado de Dios” (pág. 66). 

Me di cuenta de que cualquier solución a un problema persistente comenzaría al cambiar mi propia forma de pensar. También me di cuenta de que había estado aplicando los mismos pensamientos con respecto a esta situación una y otra vez. Si quería sanar, algo tenía que cambiar y mejorar en mi forma de pensar. En la Ciencia Cristiana, aprendemos que ceder a las ideas de Dios lleva a la curación, ya que realmente todo está en el pensamiento.  

Se me ocurrió que necesitaba más inspiración para superar la creencia de que esta condición duraría indefinidamente. Reconocer esto me inspiró. Sentí la renovada energía espiritual de que podía superar esta condición, que sabía que era solo una creencia, no una realidad que Dios me había dado.

Me encontré con esta declaración de Ciencia y Salud: “A medida que el pensamiento humano cambie de una etapa a otra de dolor consciente y de consciente ausencia de dolor, pesar y alegría —del temor a la esperanza y de la fe a la comprensión— la manifestación visible será finalmente el hombre gobernado por el Alma, no por el sentido material” (pág. 125). Esa era mi respuesta.  

Primero, necesitaba cambiar mi pensamiento de simplemente disgustarme pero aceptar la condición, a saber qué era verdad acerca de mí: que soy espiritual, creado por Dios, no un ser físico con un defecto. Mantuve mi posición espiritual con firmeza, y supe y declaré en el pensamiento que ya no aceptaría la creencia material de tener un problema como las hemorroides.

En segundo lugar, me di cuenta de que necesitaba tener una fe más profunda si quería superar mi letargo en el pensamiento y obtener un nuevo resultado sanador. La Biblia dice: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Ciencia y Salud dice: “La fe es más elevada y más espiritual que la creencia. Es un estado de crisálida del pensamiento humano, en el cual la evidencia espiritual, contradiciendo el testimonio del sentido material, empieza a aparecer, y la Verdad, lo siempre-presente, va siendo comprendida” (pág. 297).

Me di cuenta de que necesitaba tener una mayor fe en que este nuevo conocimiento me sanaría. La mente mortal (la supuesta consciencia material) a menudo nos tienta a creer que no tenemos suficiente fe. Sin embargo, Cristo Jesús dijo que lo único que necesitamos es “fe como un grano de mostaza” para ser testigos del movimiento de una montaña (véase Mateo 17:20). Tomé la determinación de orar con más fervor, para saber que esta condición podía ser sanada por medio del poder divino.

En tercer lugar, me di cuenta de que necesitaba una mejor y más clara comprensión de mi relación con Dios. Cada vez que leía la Biblia y Ciencia y Salud, buscaba nueva inspiración, y como resultado comencé a sentir un parentesco más estrecho con Dios y el Cristo, la verdadera idea de Dios. Me di cuenta de que podía comprender cada vez más que reflejaba a Dios y abandonar los puntos de vista materiales, lo cual, en consecuencia, restauraría mi salud.

Finalmente, necesitaba estar agradecido por todas las curaciones que había tenido, que eran pruebas del cuidado de Dios. Entre ellas, curaciones de quemaduras de tercer grado en la cara, un brazo roto, intenso dolor de espalda, alergias severas, etc. Desde que me enteré de la Ciencia Cristiana a los dieciséis años, nunca he buscado atención médica ni he perdido un día de trabajo.

Al usar estas revelaciones, comencé a orar con renovada inspiración. Como resultado, he estado completamente libre de cualquier problema con las hemorroides los últimos tres años.

También pude aplicar estas verdades a otros problemas de salud de larga duración. Me liberé por completo de los dolorosos efectos de un accidente de esquí que tuvo lugar hace más de cuarenta años. Hace unos ocho años contraje un hongo en los dedos de los pies que me ponía las uñas negras y descoloridas. Hace más de un año, mientras oraba con la nueva inspiración, la condición simplemente desapareció. Finalmente, hace unos diez años, periódicamente sufría de lo que parecía ser una artritis muy dolorosa en las manos. Hace unos dos años, oré con el enfoque sanador y los pensamientos que mencioné con respecto a la condición, y no he tenido ningún síntoma de este desafío desde entonces. 

Siempre estaré agradecido por los escritos de la Sra. Eddy y la Lección Bíblica del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana que leo fielmente todos los días que me han permitido crecer en sabiduría y en salud.

Marshall Reddick
Mission Viejo, California, EE.UU.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / mayo de 2024

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.