Hace unos dos años, comencé a tener una severa picazón en la piel. Cuando la condición no cedió inmediatamente a la oración, recurrí a un médico en busca de ayuda y me diagnosticaron hipertiroidismo, que cambió a hipotiroidismo después de unos meses. Me dijeron que la disfunción era incurable y que tendría que tomar medicamentos por el resto de mi vida.
Me sentí abatida, obligada a hacer algo que no quería hacer. Y debido a que de repente gané mucho peso, las personas que me conocían me bombardearon con preguntas sobre lo que me había sucedido. Entonces, para mi sorpresa, descubrí que varias mujeres que conocía sufrían del mismo problema.
Me negué a aceptar que el veredicto médico era absoluto y comencé a buscar en JSH-Online.com curaciones de hipotiroidismo a través de la oración en la Ciencia Cristiana. Con alegría descubrí que había muchos. Esto me dio esperanza, y me sumergí en un estudio más profundo de la Biblia y de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy. Oré para obtener una comprensión más clara de lo que realmente gobierna el cuerpo, y de mi propia identidad como una idea espiritual en la Mente divina, o Dios, siempre sana y completa, que jamás necesita medicamentos para funcionar correctamente.
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