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Esperaba tener otra niña

De El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Publicado en línea - 24 de abril de 2024


Solía pensar que la “familia perfecta” estaba compuesta por dos niños y dos niñas. Después de todo, la familia de mi padre, la familia de mi madre y la familia en la que crecí tenían dos niños y dos niñas. Parecía equilibrado, divertido y correcto en todos los sentidos. Era la familia que siempre había esperado tener. Y una vez que mi esposo y yo tuvimos dos niños y una niña, pensé que todo lo que tenía que hacer era seguir adelante y tener esa segunda niña. ¿Suena un poco obstinado?

Bueno, ¡nuestra “segunda niña” resultó ser niños gemelos! Y eso no es todo: más tarde, tuve otro hijo antes de aprender una importante lección espiritual sobre la familia: que la obstinación humana no trae mayor felicidad o satisfacción a nuestras vidas.

Después de haber orado acerca de la familia a lo largo de los años, he llegado a ver más claramente que la verdadera familia es la relación espiritual intrínseca de Dios y Sus hijos. Es la tierna unión del Padre divino que es todo amor y Sus amadas hijas e hijos, unidos eternamente en una relación de amor. Esta idea divina de la familia, que incluye el hogar y la armonía, nos reconforta, fortalece y abraza a todos.

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