P: ¿Cómo puedo ayudar a mis amigos que no son Científicos Cristianos cuando tienen un problema? ¿Puedo orar, aunque no me lo hayan pedido?
R: Estaba en un viaje de fin de semana con algunos amigos de la infancia, cuando uno de ellos mencionó que estaba experimentando infecciones recurrentes del tracto urinario y quería pasar por una farmacia para comprar medicamentos. Mientras viajábamos, recordé una experiencia que había tenido en la universidad.
Un día, durante mi primer año, sentí los síntomas de lo que parecía ser una infección urinaria. Sabía que podía orar por esto, porque había tenido curaciones en la Ciencia Cristiana anteriormente y conocía la eficacia de acudir a Dios en busca de ayuda. Llamé a mi mamá y ella me aseguró que podíamos orar juntas.
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