Oro para saber que las necesidades de cada niño pueden ser satisfechas y que sus preguntas pueden ser respondidas mediante el estudio de las Escrituras.
La confianza en la omnipotencia y omnipresencia de Dios, el Espíritu, nos da la autoridad espiritual para silenciar el miedo y vencer la creencia de que la enfermedad es real y puede ser contagiosa. Al cuidar de nuestra familia, oré para sentir esa confianza espiritual.
A medida que comprendemos y aprendemos más de la omnipotencia y omnipresencia de Dios, nuestro pensamiento se abre naturalmente para recibir los mandamientos, la seguridad y la iluminación del Espíritu.
También llegué a comprender que Dios, que es el Amor mismo, no nos daría un deseo y luego nos impediría, o permitiría que se nos impidiera, poder cumplirlo. También me di cuenta gradualmente de que, si algún deseo no era de Dios, naturalmente se desvanecería.
Comienza tu viaje espiritual ahora. No te demores. Día tras día encontrarás tu vida en el Espíritu, donde nada “hace abominación y mentira” (Apocalipsis 21:27); en el Amor divino, donde mora el hombre para siempre.
Nos complace anunciar nuestra intención de elegir a Susan Booth Mack Snipes, CSB, de Portland, Maine (EUA), como Primera Lectora de La Iglesia Madre, y a Robert Witney, CS, de Framingham, Massachusetts (EUA), como Segundo Lector de La Iglesia Madre, para el período de junio de 2025 a junio de 2028, de acuerdo con el Artículo I, Sección 4, del Manual de La Iglesia Madre, escrito por Mary Baker Eddy. La dedicación de Susan por la práctica de la Ciencia Cristiana comenzó mientras estudiaba música en la universidad y la ha llevado por un camino inspirado de servicio.
En la curación, nada de lo que es real cambia, aunque los sentidos corporales dejen de dar testimonio de la discordia y la enfermedad. La salud y la santidad que aparecen en realidad estuvieron allí todo el tiempo.
El sentido innegable de que todo está bien, de que nada puede separarnos a ninguno de nosotros del amor de Dios, es un sentimiento como ningún otro.
El reino de Dios, como Cristo Jesús nos prometió, está dentro de nosotros. He descubierto que este es el lugar más seguro que jamás podamos conocer. Aquí es donde vivimos, no solo visitamos.
Sabíamos que el sentido espiritual trae a la consciencia la luz del Principio divino, que gobierna armoniosamente cada situación.