Estaba en medio de mi capacitación para ser enfermero de la Ciencia Cristiana. Esta fue una época de estudio, oración y crecimiento espiritual a medida que descubría más sobre Dios y sobre mí mismo, al tiempo que aprendía formas prácticas de cuidar a aquellos que buscan curación en la Ciencia Cristiana. Durante mi entrenamiento, me alojé en un sanatorio de enfermería de la Ciencia Cristiana; un lugar donde las personas pueden acudir para recibir atención de enfermería especializada no médica en un ambiente que apoya la oración y la curación espiritual.
Una mañana temprano, me desperté con un fuerte dolor en la parte baja de la espalda, así como con otros síntomas incómodos. Al principio, no fue tan intenso y traté de dormir, pero el dolor empeoró.
Como sabía por experiencia que podía confiar en Dios para sanarme, llamé a una practicista de la Ciencia Cristiana. Un practicista es alguien que ayuda a otros, a través de la oración, a cambiar su perspectiva de una falsa percepción de la realidad como material a la comprensión de la realidad como totalmente espiritual. Este cambio trae curación.