Qué alegría es saber que Dios está disponible en todo momento, dando respuestas a todas nuestras necesidades.
Hace varios años, notificaron a mis padres que nuestra casa tendría que ser demolida en tres años para dar paso a una nueva autopista. A las pocas semanas de esta noticia, mi padre encontró otra casa e hizo una oferta para comprarla, la cual fue aceptada. Los fondos de la venta de nuestra casa actual serían necesarios para comprar la nueva casa.
Para el sentido humano, encontrar un comprador para una casa que sería demolida en tres años parecería difícil, incluso a un precio drásticamente reducido. Mis padres le pidieron a un practicista de la Ciencia Cristiana que orara por nosotros, sabiendo que el sentido espiritual trae a la consciencia la luz del Principio divino, que gobierna armoniosamente cada situación.