Relatos de curación
L’auteur a marché sur une fourmilière par inadvertance, mais cela ne pouvait pas lui nuire ni nuire aux fourmis.
En una situación extraña, ella sintió el inconfundible poder protector y el amor de Dios, y pudo evitar ser violada.
A través de la oración como aprendemos en la Ciencia Cristiana, toda una familia fue cuidada por completo y vio la curación de COVID-19 muy rápidamente.
Pensar en la abundancia de Dios la ayudó a apartar su pensamiento de la fatiga y el dolor para apreciar el significado y propósito más profundos de algunas tareas de la cosecha que necesitaba completar. Lo que parecía una tarea pesada pronto se convirtió en una bendición mientras se maravillaba de las riquezas de Dios.
Gina cuenta acerca de las dos oportunidades que tuvo para reconocer la pureza de la identidad de su hija como reflejo de Dios, por lo tanto, libre de enfermedades o contagios. Con mucho regocijo, ella expresa su gratitud por el poder sanador de la Ciencia Cristiana.
A pesar de los síntomas persistentes similares a los de la gripe, no tenía miedo. Lo que sintió fue la necesidad de perdonar y amar a una parienta que intencionalmente había dicho algo falso y cruel sobre él a otros. Naturalmente, todos los síntomas desaparecieron y estaba completamente libre de la enfermedad.
Al orar por un tobillo lesionado, se le reveló que necesitaba sanar una relación desgarrada con un miembro de la familia. A través de la oración, esta relación fue restaurada por completo, y su tobillo sanó total y rápidamente.
La oración lo llevó a un matrimonio feliz y una carrera satisfactoria. Dice que él mismo jamás podría haber planeado este hermoso y divino desarrollo. ¡El plan que Dios tiene para nosotros siempre es mucho mejor!
Un cambio mental, al apartarse de la voluntad propia y el ego, pronto trajo una profunda sensación de paz y la libró de todo temor. Como resultado sanó rápidamente del dolor de sus pulmones.
El advenimiento de un niño es simplemente el desarrollo de una idea que ha existido por toda la eternidad, que nuestra Madre, Dios, siempre ha conocido y atesorado. Estos eran los pensamientos que Debra mantenía al orar. ¿El resultado? ¡El deseo de ser madre fue satisfecho!