
Relatos de curación
Mi primer contacto con la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) se debió sencillamente a mi necesidad de una curación. Nunca imaginé que el estudiar y asistir a la iglesia fuera algo que me interesara.
En una época cuando mi esposo padecía de una seria y dolorosa enfermedad, yo le daba inyecciones diarias de morfina para aliviar su sufrimiento. Entonces el médico lo declaró adicto a la morfina y se negó a prescribir otra receta, en un esfuerzo por obligar a mi esposo a ir al hospital para recibir tratamiento.
Hace muchos años mi esposo me dejó con cinco niños pequeños. Él había contraído grandes deudas en su negocio, y nuestras deudas personales también eran alarmantes.
Cuando tenía seis años, mis dos hermanos y yo fuimos separados de nuestros padres, y a mí me pusieron en una misión bautista, donde iba a la escuela. A la edad de dieciséis años me enviaron a trabajar a una granja de ganado ovino en Carnarvon, Australia Occidental.
En 1917, año en que me casé, dejé de ir a la iglesia que había frecuentado hasta entonces. Después de muy poco tiempo me sentí perturbada por lo que algunos dijeron serían las consecuencias de dejar esta iglesia.
Soy feliz de ser un estudiante de la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) . Tengo en mi casa un cuarto exclusivamente para la lectura de la literatura de esta Ciencia.
Cuán agradecida estoy de que mi madre reconociera que la Ciencia Cristiana es la verdad que sana cuando supo de esta Ciencia por primera vez. De niña, sufrí de una condición nerviosa, y como consecuencia me salió una eczema grave.
Durante mis estudios en la escuela secundaria me sentí muy presionada por familiares y amigos, así es que empecé a probar diferentes drogas con la esperanza de que esto respondería a mis necesidades. Finalmente me recluyeron en un hospital del estado para someterme a exámenes con el propósito de determinar si habían daños cerebrales que se sospechaba fuesen de nacimiento.
Conocí esta Ciencia cuando estaba cursando estudios preparatorios para ingresar en la Facultad de Medicina. Comencé a asistir a las reuniones de un grupo de Científicos Cristianos en la universidad.
No hace mucho tiempo me apareció en la frente un pequeño tumor muy doloroso que me iba creciendo. Soy maestra de escuela, y esto causó comentarios entre mis compañeras e inclusive entre mis alumnos más jóvenes.