Relatos de curación
Como estudiante de Ciencia Cristiana Christian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. he tenido muchas demostraciones del poder sanador de Dios.
“El favor divino sobre la tierra” es una expresión que se usa en la religión budista. Hay muchos budistas en Japón, por lo tanto voy a tomar prestadas estas palabras y contarles mi experiencia acerca de lo que es “el favor divino sobre la tierra” en la Ciencia Cristiana, es decir, la curación.
Me había dormido en mi sofá y desperté con fuertes dolores en las piernas. Cuando traté de darme vuelta, me caí y me di cuenta de que no podía levantarme ni tampoco moverme.
Quisiera relatar la curación que tuve al aplicar “la declaración científica del ser”. Un día que estábamos jugando un partido de fútbol en el patio de la escuela, uno de los muchachos me lanzó el balón directamente a la cara dándome en un ojo.
La Sra. Eddy dice en el libro de texto, Ciencia y Salud (pág.
Cuando Cristo Jesús sanó a los diez leprosos, uno de ellos volvió para agradecerle y glorificar “a Dios a gran voz”, como leemos en el Evangelio según San Lucas (17:15). Yo también quiero volverme y agradecer por todos los beneficios que durante el transcurso de mi vida he recibido mediante la Ciencia Cristiana y su aplicación.
Relato este testimonio en agradecimiento a la Ciencia Cristiana Christian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. y para dar valor a aquellos que sufren del mismo mal y se consideran a sí mismos sin esperanzas de curación.
Gracias a la Ciencia Cristiana he despertado a una vida saludable y activa después de años de intenso sufrimiento físico. Antes de conocer esta religión sanadora me encontraba, recién casada, en un estado de salud casi desesperado.
Durante más de cuarenta años he tenido un récord casi ininterrumpido de salud excelente, lo que atribuyo a mi estudio de la Ciencia Cristiana. Pero en una época padecí de una afección del aparato digestivo, afección que no cedió rápidamente a mis oraciones en la Ciencia Cristiana.
En una época pensaba que la provisión y la substancia eran materiales, que mis ingresos y mi seguridad provenían de mi empleo. En mi trabajo, no se recibía reembolso o recompensa si no se efectuaba una venta.