Han pasado cerca de treinta años desde que mi último testimonio apareciera en las publicaciones periódicas, y estoy agradecido por el progreso que he tenido durante este tiempo. Estoy especialmente agradecido por el privilegio de haber tomado clase de instrucción y por la inspiración que he recibido en las reuniones anuales de mi asociación.
Deseo ahora relatar una curación de un agudo ataque de ictericia ocurrido hace pocos años. Pedí ayuda a un practicista de la Ciencia Cristiana y las palabras solas no pueden expresar mi profunda gratitud por los beneficios que recibí gracias a esta oración.
Fue obvio que lo primero que necesitaba era purificar mi pensamiento, y se me pidió que estudiara las páginas 184 y 185 de Miscellaneous Writings por la Sra. Eddy, que incluyen esta declaración: “Sólo los de limpio corazón verán a Dios — podrán percibir plenamente y demostrar cabalmente el Principio divino de la Ciencia Cristiana”. El progreso fue tal, que en pocas semanas me fue posible trabajar durante algunas horas diarias y una semana después trabajar la jornada normal. Incluso, realicé una tarea en la que necesitaba trabajar horas extras cada dos semanas.
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