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Sana de un cólico nefrítico y del hábito de fumar

Del número de febrero de 2004 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cuando recién conocí la Christian Science, un miembro de la iglesia me dijo que el libro Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, contenía un mensaje sanador. Esta persona me fue explicando en forma gradual acerca de esta religión y me di cuenta de que lo hacía con sinceridad y convicción. Empecé a leer el libro y me gustó lo que iba descubriendo en él. El capítulo titulado "La Oración" me enseñó a orar.

Mientras estaba leyendo el libro, me sobrevino un cólico nefrítico. Era la tercera vez que me sucedía esto. La primera, había logrado curarlo mediante el empleo de la medicina, y la segunda, por medio de la homeopatía. Pero en la tercera ocasión, me dije: "Aquí dice que este libro sana, entonces voy a ver si es realmente así".

Una cita que recordaba vagamente, mencionaba que la materia no tenía vida ni sensibilidad, que no había sensación, ni dolor ni placer en ella. Traté de comprender el significado de estas palabras mientras seguía leyendo. Yo estaba en cama porque no podía levantarme pero por la tarde, pude hacerlo. Al llegar mi esposo le dije que estaba curada. Él no podía creerlo porque parecía imposible que realmente fuera así.

En aquel tiempo, yo fumaba, siempre lo había querido dejar pero no lo había conseguido. Algunas veces estaba una semana sin fumar pero luego volvía otra vez a hacerlo. Experimentaba una ansiedad, una necesidad de recurrir nuevamente al cigarrillo. Un día en que estaba estudiando la Lección Sermón del Cuaderno Trimestral de la Christian Science, llegué a la parte en que Dios le da a Moisés los diez mandamientos. El primero expresa: "No tendrás dioses ajenos delante de mí" (Éxodo 20:3). En cuanto leí esto, me dije a mí misma: "Le estoy dando al tabaco el poder de un dios y al hacerlo, estoy contraviniendo las leyes de Dios y perjudicándome al darle dominio a algo que no lo tiene". Entonces me levanté, saqué el paquete de tabaco del bolso, y lo tiré a la basura. Jamás volví a fumar ni a tener ansiedad por un cigarrillo.

Si en este momento alguien se acercara y me preguntara qué significa Dios para mí, le diría que es Amor y es Vida. No una imagen ni una persona física, sino el Espíritu. Dios es el lugar donde me estoy moviendo y donde estoy viviendo. Eso es Dios para mí.

Este concepto que ahora tengo acerca de Dios, transformó la opinión que tenía de mí misma. Esto se ha ido dando en forma progresiva desde un principio. Siempre había tendido a culparme por todas las cosas, pero la Christian Science me ha enseñado a quitar esa culpa de mí. También me ha ayudado a despojarme de este falso sentimiento y a verme a mí misma como el reflejo de lo que he descrito de Dios, como la semejanza del Espíritu. Yo reflejo la Vida, la infinitud, el Amor, por medio de cualidades espirituales.

Mi marido no solamente se dio cuenta de que había sanado por medio de la oración, sino que también ha visto a los niños sanarse de constipados, herpes, etc. Hemos experimentado innumerables pruebas del cuidado de Dios en nuestras vidas.


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