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En el otoño de 1941, me enfermé repentinamente y fuí trasladado a...

Del número de enero de 1947 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En el otoño de 1941, me enfermé repentinamente y fuí trasladado a toda prisa al hospital. Después de unos cuantos días, los médicos diagnosticaron el caso como un desarreglo de la vejiga, sumamente serio, por lo que tendría que someterme a una operación. Consentí a que se me operara y por un corto tiempo después de efectuarse la operación, parecía mejorar. Entonces, de manera repentina me puse peor. El médico me dijo que aun cuando él estaba haciendo todo lo que podía, al parecer, yo no respondía al tratamiento. Al poco tiempo me dijo que le parecía mejor que regresase a mi hogar, puesto que él no podía hacer nada más, pero que quizá respondiese a los cuidados hogareños.

Al regresar a casa, entre los muchos amigos que me visitaron se encontraba un estudiante de la Christian Science, quien con frecuencia me había hablado sobre la conveniencia de recibir tratamiento en la Christian Science. No había estado dispuesto para escucharle, pero ahora, como todo lo demás había fracasado, consentí en recibir a una practicista. Cuando llegó la practicista, le conté cual había sido mi actitud mental hacia la Christian Science, y cual la opinión de los médicos. Le conté, asimismo, que los médicos deseaban hacerme otro exámen, a lo que me respondió francamente que ella no podía ayudarme hasta que me decidiera a confiar por completo en Dios. Después de pensarlo un rato, decidí hacerlo así, y entonces me recomendó que leyera unos pasajes de la Biblia y del libro de texto de la Christian Science, Science and Health (Ciencia y Salud), por Mrs. Eddy.

Me fué difícil entender el libro de texto. Cada vez que venía a visitarme, la practicista me preguntaba si había leído mi asignatura y le respondía afirmativamente, pero añadía que no lo podía comprender. Ella contestaba: "Siga leyendo." Mediante mi obediencia y a medida que me revestí del ánimo infantil, que tanto necesitaba, mi salud comenzó a mejorar.

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