En estos días de ajetreo y tensión, es conveniente apartarse del mundo tranquilamente tan a menudo como sea posible. El pasar algún tiempo a solas con Dios, cada día, es experimentar un recreo vivificante.
También resulta provechoso hacerse a sí mismo unas cuantas preguntas concretas, como las siguientes: ¿Cómo he llegado a mi estado actual? ¿Quién o qué es lo que me ha cuidado hasta este momento? ¿Será posible que este cuidado me sea retirado? La consideración detenida de las preguntas anteriores, conducirá a esta otra: ¿He sido lo suficientemente agradecido por el cuidado constante del Amor divino?
El estudio de algunas de las narraciones de la Biblia, revela el hecho de que cuando la humanidad se ha colocado confiadamente bajo el cuidado de Dios, la protección del Altísimo se ha mostrado instantáneamente disponible. No tiene uno más que leer los relatos inspirados acerca de Moisés, Josué, Gideon y otros, en momentos de peligro, para darse cuenta de que con Dios "no puede haber variación, ni sombra de mudanza", y que este mismo poder que siempre ha sido accesible a la humanidad, puede también invocarse hoy.
Sin embargo, debe tenerse muy presente que el Dios a quien aquellos guías espirituales oraban, no era una deidad material, en un lejano cielo, sino más bien una presencia viva, una realidad espiritual. "¿Acaso soy yo Dios tán solo de cerca?. .. ¿no lleno yo los cielos y la tierra? dice Jehová."
Estas palabras están de acuerdo con el evangelio de la Christian Science, el cual coloca en la primera fila de sus enseñanzas la omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia de Dios, el bien. Mary Baker Eddy expone este hecho, con todo énfasis, en la página 228 del libro de texto de la Christian Science, Science and Health with Key to the Scriptures (Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras), al decir: "No existe poder aparte de Dios. La omnipotencia posee todo el poder, y el reconocer cualquier otro poder significa deshonorar a Dios."
¿No sucede que a veces le concedemos más poder al mal que al bien? ¿No tenemos la tendencia de dejarnos llevar por el pesimismo en cuanto a los problemas de la posguerra, como consecuencia de escuchar demasiado al radio, a los chismes, etcétera, sometiéndonos así al mesmerismo del temor y excluyendo los pensamientos buenos—es decir, los ángeles de Su presencia—los cuales, cuando los admitimos, son nuestros guardianes de día y de noche?
No tiene tanta importancia el que la tempestad ruja por fuera, como el que no admitamos su realidad, permitiéndole así la entrada en nuestra conciencia. El barco está seguro en el más tempestuoso de los mares, con tal que las aguas no entren en él y mientras se pueda depender de la carta hidrográfica y la brújula, por las cuales el buque se gobierna.
Para todo estudiante de la Christian Science, la Biblia y el libro de texto, Science and Health, constituyen su carta de navegar y brújula, y el estudio diario de ambos, señala el camino del sentido al Alma, e indica los pasos humanos correctos que debe tomar, bajo todas las circunstancias. Así descubre que sus oraciones se convierten en íntimas pláticas con Dios y que, como dice nuestra Guía (ib., pág. 454): "El Amor inspira, ilumina, designa y nos muestra el camino."
Cuando entra dentro del santuario del Espíritu, no lleva consigo los lamentos de ayer ni los temores del mañana, sino que da gracias a Dios por la alegría, la salud y la abundancia, que son suyas hoy. Y desde este pináculo de la consagración diaria, recibe renovada energía espiritual para trabajar por Dios y traer consuelo a los demás.