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El tercer día

Del número de abril de 1950 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


“Fue resucitado al tercer día, conforme a las Escrituras.” Así escribió Pablo a sus amigos en Corinto (I. Cor., 15:4). Predicaba las buenas nuevas de la resurrección de los muertos, mensaje que libera a la humanidad del temor ignorante que sostiene que la experiencia mortal llamada muerte pone fin a la existencia del hombre. Saber que la vida no se destruye sino que continúa después de la muerte, disminuye el temor a la muerte y por tanto la muerte misma. Pero las enseñanzas de Cristo Jesús referentes a la resurrección, tal como las expone Pablo en muchos otros pasajes bíblicos, tienen un significado más profundo que el de la continuidad de la vida más allá de la muerte. Estar “muertos en verdad al pecado, mas vivos para Dios, en Jesucristo” (Rom., 6:11) compendia el mensaje de resurrección del gran apóstol.

El Maestro dijo a la afligida Marta (Juan, 11:25, 26): “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá jamás.” Creerle es seguir su demostración del Cristo, el hombre verdadero, probando, mediante la curación, que el hombre es el hijo de Dios, la expresión de la Vida eterna, que jamás muere porque no incluye en sí ningún elemento pecaminoso o destructivo. Comprender que uno es este hombre espiritual, y no la personalidad carnal que aparentamos ser, acalla los impulsos insubordinados de la voluntad humana y libra el poder divino, que por derecho pertenece al reflejo de Dios.

Para compartir la resurrección del Cristo se necesita más que la rectitud. Puede que uno profese obedecer los Diez Mandamientos y sin embargo omita refutar la existencia de la materia y la mortalidad, las que testifican de una mente que no es Dios. Para ejercer el poder del Cristo que sana a los enfermos y restituye la individualidad verdadera mediante la resurrección progresiva, hay que revestirse de esa consciencia que reconoce que el Espíritu y sus formaciones constituyen el Todo.

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