Un evangelizador dijo hace poco que los cristianos primitivos habían vivido en unos tiempos tan llenos de dificultades como los nuestros, agregando: “Pero ellos no decían: ‘mira en lo que ha venido a parar el mundo,’ sino antes bien: ‘mira lo que ha venido al mundo. ’ ” El potente mensaje que Cristo Jesús trajo al mundo en el primer siglo de la era cristiana lo tomaban los que lo aceptaban como respuesta pujantemente trascendental y universal a todos los problemas mundiales.
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