Recientemente, en una conversación con un empresario fabril de mucho éxito, éste me mencionó que su empresa sencillamente no estaba en condiciones de satisfacer el extraordinario número de pedidos que recibía por su producto. Sólo unos pocos días después, un comerciante de la vecindad y amigo mío, se lamentó de que no atinaba a explicar la declinación que observaba en su actividad comercial.
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