Las palabras no pueden expresar la profunda felicidad que siento al meditar sobre la protección y las curaciones que he experimentado durante varias décadas dedicadas a estudiar más la Ciencia Cristiana. Como alumno de la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana confié solamente en la oración a Dios para resolver mis problemas relacionados con mi salud. Al término de esos años, la eficacia de haber sido criado devotamente se evidenció en una declaración que me hicieron durante un examen médico requerido para ingresar en una universidad. Se me dijo que sea lo que fuere lo que había estado haciendo para mantenerme en tan buena salud debería continuar haciéndolo.
Estoy agradecido por haber sido inspirado en la elección de empleo y en mi matrimonio. A medida que mi concepto acerca de ellos se espiritualiza más, me producen más y más felicidad. Estoy agradecido de que la salud y felicidad de mi esposa e hijo hayan sido preservadas mediante la confianza total que hemos depositado en esta religión. Nuestro hijo ha sido sanado de varias de las llamadas enfermedades infantiles, dolor de oído, consecuencias de caídas y muchos otros problemas.
Estoy muy agradecido por la curación de dificultades en relaciones humanas. Una vez, cuando fui acusado injustamente por un extenso período, fui guiado por lo que leí en un artículo religioso publicado en el The Christian Science Monitor a decir algo que en esa ocasión me pareció incongruente. Sin embargo, ello suscitó un cambio inmediato en la actitud de mi acusador. En muchas otras ocasiones, situaciones difíciles han sido sanadas sólo por haber expresado un poco de amor o de humildad.
Más recientemente, fui sanado en pocos días de una condición física que me había impedido mantenerme consciente. También, una partícula metálica que había perforado y permanecido en uno de mis ojos por más de una semana, desapareció cuando se hizo trabajo metafísico. Estoy muy agradecido por los practicistas que tan voluntariamente nos dan tratamiento mediante la oración cuando lo necesitamos, y porque estoy aprendiendo gradualmente a orar efectivamente para superar mis propias dificultades y para mantener un concepto del gobierno y cuidado de Dios para con mi familia, la iglesia y el mundo.
La instrucción en clase y la reunión anual de mi Asociación, el trabajo en una iglesia filial, el fiel estudio de la Lección-Sermón del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana, el ejemplo de Cristo Jesús y la vida y obras de Mary Baker Eddy, y toda la literatura autorizada de la Ciencia Cristiana son solamente algunas de las bendiciones que me ayudan a progresar.
Burnaby, British Columbia, Canadá