La parábola del Maestro acerca del buen samaritano, relatada en el capítulo décimo del Evangelio según San Lucas, enseña lecciones provechosas. Normalmente, pensamos que el buen samaritano se ocupó bondadosamente de las necesidades de su prójimo al que encontró en una experiencia tan infortunada en el camino de Jerusalén a Jericó.
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