Poco después que me casé fui a vivir a Nueva York. Durante ese tiempo una sirvienta que habíamos traído del Japón, muy trabajadora y de carácter tranquilo, comenzó a padecer de insomnio, que continuó durante más de un mes; permanecía lela y decía palabras extrañas. Esto me alarmó mucho. Después de haberlo pensado bien, le hablé acerca de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens.; hacía poco que había oído hablar de esta religión, y le pregunté si le gustaría que la llevaran a ver a un practicista de la Ciencia Cristiana. Dijo que le gustaría así es que la llevé.
Después de una buena conversación, volvió a casa muy feliz. Al día siguiente no apareció en la cocina por un buen rato. Muy preocupada, fui a su cuarto alrededor de las once, llamé a la puerta y la abrí un poco. Dormía profundamente y con comodidad. Ése fue el fin del insomnio; aún vive en Nueva York y goza de excelente salud.
Después que falleciera mi esposo, volví con mis cuatro hijos al Japón; fue una gran sorpresa para mí el saber que mi madre, que había estado buscando una religión, había encontrado la Ciencia Cristiana y la estaba estudiando seriamente todas las mañanas. Sentí que esto no podía ser más que la providencia de Dios. Comencé a estudiar la Biblia y el libro de texto, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, desde entonces he experimentado muchas curaciones.
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