Debí haber dado este testimonio hace mucho tiempo.
Casi a los dos años de haber regresado de la Primera Guerra Mundial, enfermé y me desalenté mucho. Un médico, viejo amigo mío y de mi familia, después de examinarme, pidió permiso a mi madre para llamar a otro médico. Su pedido le fue concedido y no sólo un médico sino tres más me examinaron. Los cuatro dijeron que tenía yo poco tiempo de vida — tal vez un mes. Dijeron que había veneno en mi sistema por fumar excesivamente.
El médico, mi buen amigo, permaneció conmigo después que se fueron los otros médicos, y tuvimos una larga charla. Me aconsejó que usara el sentido común y que emprendiera el estudio de Ciencia Cristiana Christian Science: Pronunciado Crischan Sáiens.. Me dijo que no me haría mal y que podría curarme. Él había conocido a varias personas que habían sido desahuciadas por médicos pero que habían sanado al estudiar la Ciencia Cristiana.
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