Sea la luz y fue la luz
es la voz del creador
que disipa las tinieblas;
es la eterna mañana
que se funde eternamente
en la aurora del Amor y la Verdad.
El Espíritu es Dios,
es la Vida, la Verdad y el Amor;
nada en Él queda ausente,
todo es completo, todo es perfecto.
Nada falta en la expresión de Dios
que vive eternamente
al arrullo de Su armoniosa voz.
El Espíritu lo es Todo,
conformarse los hombres
a esa medida espiritual,
es la meta para todos los tiempos
que se resume en el hombre espiritual.
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