El Principio — la fuente, el origen, la fuerza, la substancia — de todo el ser es el bien. No la bondad, sino el bien mismo. La definición de “el bien”, dada en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, incluye estas palabras: “omnipotencia; omnisciencia; omnipresencia; omniacción”.Ciencia y Salud, pág. 587;
Usualmente se piensa del bien como lo que alguien o alguna causa produce. Mas el bien es causa. Su efecto es bondad. El bien es Padre-Madre, el Padre o Madre divino del hombre. El hombre refleja la bondad de Dios, mas como Pablo dijo: “En él [Dios, el bien] vivimos, y nos movemos, y somos”. Hechos 17:28; El bien no es sólo la Mente que nos concibió — en nuestra individualidad verdadera — sino el Espíritu que motiva nuestro ser, la Vida que vivimos, y el Alma que dice Yo soy.
Si pensamos que somos el llamado hombre material que parece ser concebido como un mortal pecador, que lucha, que está motivado por deseos carnales, que vive una vida de probabilidades e incertidumbres, consciente de sí mismo como rico o pobre, fuerte o débil, afortunado o desafortunado, perdemos el significado del bien como Dios.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!