El desasosiego parece estar diseminado en el mundo de hoy. Éste es un estado de intranquilidad, de incertidumbre, de descontento. Ciertamente no es un estado feliz.
Los Científicos Cristianos, jóvenes y viejos, tienen una oportunidad única de probar la eficacia de su religión en esta atmósfera perturbada. ¿Qué es en realidad lo que tratan de encontrar los agitadores de hoy en día? ¿Acaso no es alguna verdad acerca de ellos mismos y del mundo que los rodea?
¿Cómo pueden los Científicos Cristianos dar a conocer a los demás lo que el estudio de la Ciencia Cristiana puede proporcionarles — cómo realmente le enseña a uno a comunicarse con Dios, consigo mismo y con su prójimo?
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