Mi manera individual de encarar el estudio de la Lección-Sermón comienza con la oración — oro para ser receptiva y tener inspiración, y para negar el magnetismo animal que se presentaría como falta de percepción, apatía, resistencia u obstáculos. También incluyo la gratitud hacia nuestra Guía por haber dispuesto estas Lecciones-Sermones “divinamente autorizadas” que el Comité de Lecciones Bíblicas prepara con tanto amor. Encuentro que el orar antes de leer la lección prepara el camino para recibir su mensaje sanador.
Hago algunas investigaciones en comentarios y traducciones de la Biblia. Me son útiles, aunque tomo como definitivo lo que dice la versión King James de la Biblia inglesa. Hago este tipo de investigación al comienzo de la semana, generalmente el domingo que precede a la semana en que se estudia la lección. No obstante, me intereso profundamente en que este aspecto de mi estudio no se preste a crear una atmósfera escolástica en mi trabajo con la lección. Por eso lo hago al principio de la semana y luego prescindo de esta investigación.
Siento que una de las cosas sobre las que tenemos que tener mucho cuidado al discutir métodos para el estudio de la lección es la de no reglamentar un método específico. Creo que los Científicos Cristianos en general piensan que posiblemente los métodos adoptados por maestros y practicistas son automáticamente mejores que sus propios métodos, los que han adoptado mediante una demostración individual. Y esto, creo, prepara el terreno para reglamentar dicho estudio.
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