Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Mis primeros recuerdos de la Ciencia Cristiana...

Del número de diciembre de 1975 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Mis primeros recuerdos de la Ciencia Cristiana se remontan al viaje semanal que hacía con mi familia para ir a la Escuela Dominical: 42 kilómetros por malas carreteras desde nuestra casa situada en una zona rural de Pensilvania. En invierno, cuando los caminos se ponían intransitables, mis padres hacían la reunión de la Escuela Dominical en nuestro hogar. Desde muy niños se nos enseñó la verdad acerca de Dios, nuestro único médico y el omnipresente y viviente Principio, la Mente, y también la verdad de que nosotros mismos somos la perfecta imagen y semejanza de Dios.

Mi padre era un médico con una amplia y exitosa práctica urbana y rural; sin embargo, él fue quien trajo la Ciencia Cristiana a nuestra familia por primera vez. Su entusiasmo por la verdad no tenía límites. Conoció la Ciencia por la circunstancia fortuita de haber encontrado un ejemplar de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, en la gaveta de un escritorio abandonado. Poco después sanó instantáneamente de una grave mastoiditis con la ayuda de un practicista de la Ciencia Cristiana.

Dos curaciones de mi infancia se destacan entre mis recuerdos. Una fue la recuperación del uso de un ojo herido por una afilada estaca, la otra fue la curación de lo que había sido diagnosticado como fractura de una vértebra del cuello. Ambas curaciones invirtieron los resultados previstos por los médicos sobre la base de los exámenes físicos y radiografías exigidos en ese tiempo. En ambos casos confiamos enteramente en la Ciencia Cristiana y las curaciones, con la ayuda de un practicista de la Ciencia Cristiana, se produjeron en menos de una semana. En el caso de la lesión del cuello, en lugar de la condena de llevar el cuello enyesado entre cinco y diez años, como lo había pronosticado el médico de la escuela, en el lapso de sólo seis días volví a mis intensas actividades deportivas en baloncesto, lucha grecorromana y esquí.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / diciembre de 1975

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.