Espíritu creador,
eterno, nuevo,
oro para ver
a nuestra hija a Tu semejanza, no a la nuestra,
por siempre conocida y amada por Ti.
Mente comprensiva,
Padre divino,
ilumínala para que siga
no mi voluntad, sino Tu camino que es del todo sabio.
Hazla responder a Tu plan.
Amor invariable,
constante, verdadero,
mantenla valerosa,
alegre, libre. Que con gran compasión pueda ella saber
que todos los hombres siempre son uno Contigo.
Padre-Madre Dios,
que yo vea,
con la luz del Cristo
Tu paternidad abrazándolo todo.
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