El Salmista cantó: “Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él”. Salmo 118:24; “El día que hizo Jehová” existe en el reino de la Verdad, la Vida y el Amor divinos. Su ley es la infinitud y la totalidad de Dios; su atmósfera, la presencia de la Mente pura, la santidad y la armonía del Alma. El día de hoy registra la inmortalidad y la continuidad eterna de la Vida; demuestra la omnipotencia del Espíritu; demuestra la misericordia infinita de Dios y Su tierno amor por Su creación.
El verdadero día de hoy es el día de Dios, y por esa razón podemos encarar la llegada de cada día con gran expectativa del bien. Dios es bueno, es el Amor divino que todo lo abarca, y el Amor es el que delinea, gobierna y guía nuestras actividades cotidianas. Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens., al referirse a Dios como nuestra ayuda, declara: “Él tiene misericordia de nosotros y dirige todas las actividades de nuestra vida”. Y dice más adelante: “La Verdad es Dios, y está en la ley de Dios. Esta ley declara que la Verdad es Todo, y que no existe el error. Esta ley de la Verdad destruye cada fase del error”.La Unidad del Bien, págs. 3–4; Reconocer que la omnipotencia de Dios envuelve y sostiene todo el ser verdadero nos da el poder para destruir las ilusiones de los sentidos materiales, que pretenden disputar la presencia y perfección de la Verdad y su reino.
¿Y qué decir de los problemas que han resistido nuestros esfuerzos por encontrar una solución? Nunca es el error de ayer el que estamos enfrentando. Puesto que nos está desafiando hoy, tenemos que enfrentarnos con él hoy. Lo enfrentamos con la verdad de que Dios hizo todo lo que fue hecho, y que lo hizo muy bueno. El día de Dios no se estropea por algún efecto del mal, ya sea pecado, enfermedad o muerte. La enfermedad no tiene curso que seguir, no encuentra estructura que destruir ni substancia que desintegrar. Es el temor el que parece tener un dominio hipnótico sobre nuestro pensamiento, y que parece paralizar y endurecer nuestros miembros o detener nuestras funciones normales. Pero podemos levantarnos en la fuerza de la Verdad y vencer el temor, desterrarlo de nuestro pensamiento con la clara comprensión de que el Amor divino gobierna completamente nuestra vida. Hoy el Amor está entronizado, está revelando sus posibilidades infinitas, está demostrando su perfección y supremacía. Para Dios, ver es amar, porque Él ve a toda la creación en Su amoroso y sostenedor abrazo moviéndose de acuerdo con Él y gobernada por Su invariable ley de bien. Como lo expresa una línea de un amado himno: “[Tú, Dios,] abarcas todo en Tu visión”.Himnario de la Ciencia Cristiana, No. 130;
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