La irritación
es la arena
que obstruye el mecanismo
de la vida
y lo hace tropezar.
Quitemos este obstáculo
para suavizar nuestros días y vivir en paz,
lubriquemos nuestra vida
con paciencia y consagración —
con el amor del Amor.
Del número de septiembre de 1976 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana
La irritación
es la arena
que obstruye el mecanismo
de la vida
y lo hace tropezar.
Quitemos este obstáculo
para suavizar nuestros días y vivir en paz,
lubriquemos nuestra vida
con paciencia y consagración —
con el amor del Amor.