La Biblia nos habla sobre una mujer cristiana llamada Dorcas, que vivía en un pueblo llamado Jope Ver Hechos 9:36–42;. A ella le gustaba ayudar a la gente. Hacía ropa para ellos y muchas otras cosas amables.
Un día Dorcas enfermó y murió. Pero algunos de sus amigos estaban seguros de que ella podría ser vuelta a la vida. Habían oído que Pedro, un discípulo de Cristo Jesús, estaba en un pueblo no muy lejano, donde él recién había sanado a un hombre que había estado enfermo en cama durante ocho años.
Por lo tanto enviaron mensajeros a pedirle a Pedro que viniera a ayudar a Dorcas. Pedro fue inmediatamente y encontró a las amigas de Dorcas llorando. Ellas le contaron a Pedro acerca de las cosas amables que hacía Dorcas para con los demás y le mostraron algunas de las túnicas y cosas que ella había hecho.
Pedro les pidió que salieran de la habitación, y luego oró a Dios. Luego le dijo a ella que se levantara, “y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó”. vers. 40. Él llamó a los amigos de Dorcas, y todos se regocijaron al verla viva. La gente en toda Jope oyó acerca de esta gran demostración del amor de Dios, y muchos creyeron en Él.
Dios es quien es Vida y quien da vida. Es el error, o el pensar equivocado, lo que trae muerte. Cristo Jesús demostró varias veces que Dios no quiere que nadie muera. Y Jesús resucitó gente después de que aparentemente habían muerto.
La Ciencia Cristiana nos dice: “La vida y el ser emanan de Dios”. Puedes encontrar este pasaje en la página 103 de Ciencia y Salud por Mary Baker Eddy.
Jesús dijo: “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna”. Esto aparece en la Biblia, en el libro de Juan, capítulo 5, versículo 24.
Cuando comprendemos que nuestra vida proviene de Dios, no tememos a la muerte. Sabemos que siempre estamos en Dios, quien es Vida. Podemos aprender de la resurrección de Dorcas, y de la de otras personas, que Dios quiere que todos permanezcamos vivos.
