La Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) para mí es la cosa más hermosa del mundo porque ha realizado mi anhelo de sentir algo celestial. ¿Cómo llegué a esta maravillosa y práctica religión? Fue mediante la bondad y guía de Dios.
Durante la Primera Guerra Mundial mi padre enfermó gravemente. Yo pregunté: “¿Por qué la gente no puede curar de la manera que lo hacía Cristo Jesús?” Respuesta: “¡Eso fue en el pasado!” Después de eso, vi el emblema de la cruz y la corona en la literatura de la Ciencia Cristiana en una biblioteca. Yo era tan tímida que no investigué más al respecto. Cuando quise encontrarla nuevamente toda la búsqueda fue en vano. Pero tenía la seguridad de que volvería a encontrarla.
Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, finalmente fui guiada a la Ciencia Cristiana, y reconocí con un corazón humilde y agradecido el emblema que no había podido olvidar — la cruz y la corona en los escritos de Mary Baker Eddy. Estudié estos escritos con gran devoción y entusiasmo. Estoy muy agradecida por ser miembro de La Iglesia Madre, por haber tomado instrucción en clase de un maestro devoto, y por trabajar en un grupo de Científicos Cristianos, donde tuve el privilegio de servir como Segunda Lectora.
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