¿Está la humanidad en peligro? Las drogas, el alcoholismo creciente, la cruda sensualidad, la injusticia social, la pobreza y muchas otras formas de degradación humana parecen una corriente arrolladora precipitándose para hundir el pensamiento humano y destruir los valores y las vidas humanas. ¿Hay algo con lo cual se pueda elevar a la humanidad por sobre estas aguas turbulentas?
Hace casi dos mil años, hubo un hombre de Nazaret cuyo amor sanador alcanzó a muchos. En dos palabras: “Padre nuestro” (Mateo 6:9), Cristo Jesús enseñó acerca de un Dios de amor universal — un Dios que es Amor — y del hombre incluido en este amor supremo. Ésta fue su visión de la Verdad: Dios y el hombre a Su imagen, la realidad espiritual del ser.
Los que seguían a Jesús compartieron su visión de la Verdad, y la verdad que vivieron guió a los ciegos hacia la luz, a los lisiados a la salud y perfección, apoyó a los débiles y oprimidos, confortó a los acongojados y agobiados, transformó la vida de multitudes en una existencia más abundante y desinteresada, y elevó a los pecadores por encima del placer autodestructivo hacia un gozoso sentido de realización. Esta verdad inundó por completo el abismo oscuro del mal y de la desesperación con la gloria y el amor de Dios.
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