¿Es realmente posible ser perfecto?
¿Es deseable?
La Ciencia Cristiana responde a ambas preguntas con una afirmación científica. Revela la base espiritual sobre la cual Cristo Jesús probó que la perfección es la esencia misma de todo ser real. Nos muestra el cimiento sobre el cual podemos hoy en día empezar a disfrutar la vida perfecta que él vivió para ejemplificar, la cual trae consigo perfección en la salud, en la armonía, seguridad, propósito y provisión.