Hoy en día en que la gente se inclina a fabricarse su moral de acuerdo con las situaciones, las enseñanzas de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) sobre el tema atraen como una gran influencia estabilizadora. Esta Ciencia revela a Dios como el Principio fijo de la moral verdadera, y enseña cómo el Principio divino es demostrado mediante reglas fijas. Solamente el conocimiento del Principio y sus reglas puede destruir la ilusión de la materia y sus males que parece tan fija en el pensamiento humano. A pesar de que es obviamente temporal y destructible — el opuesto mismo del Espíritu inmortal, Dios — persiste la fija ilusión de la materia.
Es algo maravilloso tener un Principio fijo, al cual podemos recurrir en cualquier clase de dificultad humana y utilizar las reglas que brinda. El Principio divino no es una esencia vaga, ni es una norma de moral humanamente ideada por la sociedad para mantener la armonía. La Biblia llama al Principio nuestro Padre en el cielo, y el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, escrito por Mary Baker Eddy, da particular significado al Principio como Amor divino.
La Sra. Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, dice: “Si la Biblia y mi obra Ciencia y Salud tuvieran su justo lugar en las instituciones de enseñanza, revolucionarían al mundo, promoviendo el reino de Cristo. Se requiere sacrificio, lucha, oración y vigilancia para comprender y demostrar lo que estos libros enseñan, porque encierran la Ciencia divina, con un Principio fijo, una regla dada y una prueba inequívoca”.No y Sí, pág. 33;
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!