Una de las herramientas más prácticas que uno necesita cuando busca empleo, es un claro sentido de que uno ya está empleado. Y se puede tener tal sentido sin un mero desear o pensar positivamente. Dios nos hace sentir que trabajamos para Él. Científicamente hablando, el uso que Él hace del hombre es el único empleo que uno realmente tiene. Aun cuando nos sintamos seguros en un empleo que nos agrada, Dios es nuestro verdadero empleador. Y uno puede adquirir el sentido de su verdadero empleo, esté o no empleado humanamente.
Cuando asista a una entrevista para solicitar empleo, lleve consigo su sentido de estar empleado por Dios. Entonces, en lugar de ser una prueba para determinar si le darán el puesto o no, su entrevista se vuelve parte de su verdadero empleo. El que lo está entrevistando está buscando a alguien que mejor llene una vacante en su organización. Necesita ayuda para encontrar a ese alguien — y usted está en situación de ayudarlo.
Como idea de Dios — lo que el hombre es — usted expresa las cualidades de la Mente divina. Dios es Principio; por lo tanto, usted expresa originalidad, ingenio, integridad. Dios es Espíritu; por lo tanto, usted refleja discernimiento espiritual, comprensión espiritual. Dios es Amor; por lo tanto, usted expresa el amor afable que identifica a la idea del Amor. Éstas son cualidades con las cuales usted puede ser útil a su entrevistador.
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