La Biblia nos habla de un hombre que fue conocido primero como Saulo de Tarso. Era un hombre religioso que quería hacer lo que era correcto. Pero no sabía qué era lo correcto. No comprendía a los seguidores de Jesús, y les causaba problemas.
Un día Saulo iba camino a una ciudad llamada Damasco donde iba a hacer prisioneros a algunos de los seguidores de Jesús y atarlos y llevarlos para castigarlos. Él creía que esto era correcto. La Biblia dice en Hechos: “Repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo”. Luego una voz dijo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues”. Hechos 9:3, 5;
Saulo vio a Jesús bajo una nueva luz. La luz que Saulo vio era el Cristo, la Verdad, la cual Jesús había venido a mostrar a la humanidad. Jesús ha sido llamado Cristo Jesús porque mostró la Verdad muy claramente en su vida. Jesús sanó a la gente porque vio que el mal no era parte de ellos.
Saulo cambió sus métodos después de ver la luz del Cristo. Por eso tomó el nuevo nombre de Pablo. Inmediatamente comenzó a compartir la maravillosa verdad con los demás. Comenzó a predicar a la gente y a decirles que Jesús era el que los salvaría del mal. Pablo enseñó a la gente a obedecer las enseñanzas de Jesús.
Durante muchos años Pablo fue a muchos países fundando iglesias cristianas. No fue fácil. Fue golpeado una y otra vez por personas que querían evitar que él predicara. Cuando Pablo no estaba visitando las iglesias cristianas, les escribía cartas. Algunas de esas cartas están en el Nuevo Testamento de la Biblia donde podemos leer acerca de la maravillosa verdad del Cristo que él enseñó. Sanó a la gente. Dijo a los cristianos en Filipos: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filip. 4:13;
Pablo sabía que la gente que ama el Cristo debía unirse formando iglesias. Esto los ayuda a proteger la comprensión pura del Cristo, la Verdad, y a enseñarla al mundo. Desde la época en que Pablo enseñó, millones y millones de personas se han convertido al cristianismo, gracias a las iglesias.
Todo esto ocurrió porque Pablo estuvo dispuesto a hacer lo que era correcto. En Ciencia y Salud, Mary Baker Eddy dice: “Saulo de Tarso percibió el camino — el Cristo o la Verdad — sólo cuando su concepto incierto del bien cedió a un concepto espiritual, el cual está siempre en lo cierto”.Ciencia y Salud, pág. 326.
Siempre podemos estar seguros de que procedemos correctamente cuando amamos al Cristo, la Verdad, y estamos dispuestos a escuchar a Dios.
