La verdad que sana llega mediante la percepción inspirada de lo que es la realidad espiritual, no mediante el razonamiento humano, no importa cuán brillante éste pueda ser. La Mente divina que es Dios no razona: sabe. Es la actividad de esta Mente divina en el tratamiento de la Ciencia Cristiana lo que realmente trae la curación.
Sin embargo, la Sra. Eddy nos dice: “La razón es la facultad humana más activa”.Ciencia y Salud, pág. 327; La razón desempeña un papel adecuado y útil en el tratamiento de la Ciencia Cristiana que se da por argumentos. ¿Por qué? ¿Puede el razonamiento humano curar la enfermedad o las heridas? ¿Cómo puede el razonamiento ser una ayuda en el tratamiento cuando realmente es Dios Mismo quien efectúa la curación?
En el tratamiento de la Ciencia Cristiana que nos damos a nosotros mismos o en el que damos a otros, podemos razonar, aun argumentar mentalmente, para preparar nuestro pensamiento para el conocimiento de la Verdad divina, que en realidad es lo que efectúa la curación. El razonamiento y el argumento, si son espiritualmente perceptivos, son provechosos para calmar el temor que, según nos lo dice la Sra. Eddy, es lo que primero debe ser apaciguado en todo tratamiento. Ver ibid., pág. 411:30–31; El razonamiento y el argumento nos ayudan a dejar de lado la mentalidad materialista, que de lo contrario empañaría nuestra visión de la Verdad. En la medida en que nuestro razonamiento en la oración se basa en lo espiritual en lugar de en lo humano, se vuelve más revelador y va dejando de ser un proceso rutinario.
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