Este momento está rebosante de posibilidades. Es otro nuevo momento en el cual Dios nos está amando y viendo como realmente somos, como somos espiritualmente — como Él nos creó— en toda nuestra innata pureza y perfección.
El único hecho actual es el hecho espiritual, la incesante verdad del ser. Y la verdad de nuestro ser es perfección intacta. Puesto que la verdad acerca del hombre está establecida por siempre y es inmutable, podemos empezar en este mismo momento a manifestar esa verdad en nuestra vida.
¿Acaso parece que estamos en medio de dificultades, que no podemos dejar de pensar, actuar o sentir de cierta manera, que no podemos liberarnos de cierta dificultad física? Si es así, podemos cambiar nuestra manera de pensar inmediatamente. No tenemos por qué arrastrar los errores de ayer o las enfermedades del año pasado. No estamos encadenados a la materia — al cuerpo físico o a las limitaciones del tiempo. La Sra. Eddy alentadoramente escribe en Ciencia y Salud: “Si crees en el mal y lo practicas a sabiendas, puedes cambiar en seguida tu proceder y obrar bien. La materia no puede hacer oposición a los esfuerzos justos contra el pecado o la enfermedad, porque la materia es inerte, no tiene mente. Así también, si crees que estás enfermo, puedes cambiar esta creencia y acción erróneas sin resistencia de parte del cuerpo”.Ciencia y Salud, pág.. 253;
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