Cuando comencé a leer, quise aprender el Texto Áureo del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana para poder leerlo en la Escuela Dominical.
Al principio usaba el Trimestral de mi mamá, pero luego me di cuenta de que si iba a usarlo todo el tiempo tenía que tener uno mío.
Papá nos llevó a mí y a mi hermanita a la Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana. Compramos un Trimestral para cada una.
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