¿Está usted sediento de progreso? Ciertamente nada hay que sea de mayor interés para el mundo, nada de lo que tenga más necesidad. Partiendo de la base de vida en la materia, no hay progreso verdadero; la experiencia humana nos lo muestra. Lo que hoy se considera progreso en la medicina, en los inventos, en la industria y en el arte, a menudo se descarta mañana como desprovisto de valor, inexacto, falso, o pasado de moda. Y el resultado es temor, caos, confusión. Nada que esté basado en premisas materiales es seguro o estable. Solamente el Principio es fundamento — en el gobierno, en la política, o en la vida diaria, y este Principio es divino, no humano. Desde tiempo inmemorable este Principio divino ha brillado en la experiencia humana dondequiera que el pensamiento humano se ha tornado hacia el Espíritu.
Moisés vio este Principio y dio los Diez Mandamientos, que hoy forman el código moral y la base de la sociedad humana. Cristo Jesús encarnó de tal modo la verdadera idea de Dios que para todas las épocas por venir él es el Mostrador del camino. Pablo dijo: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. 1 Cor. 3:11; El fundamento de todo progreso verdadero es la espiritualidad.
Hoy en día la revelación de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) está espiritualizando el pensamiento humano, elevando sus motivos, propósitos y búsquedas, y mostrando al mundo lo que el progreso realmente es, dónde está, y qué requiere.
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