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El Espíritu Santo

Del número de mayo de 1978 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En el Nuevo Testamento se hacen muchas alusiones al Espíritu Santo, el Espíritu divino. Esto implica un desarrollo de la espiritualidad que llegó al pensamiento humano con la vida y enseñanzas de Cristo Jesús. El espíritu y el poder del Cristo se manifestaron más vivamente mediante el Maestro que mediante los patriarcas y profetas de los tiempos del Antiguo Testamento. La iluminación del Cristo, la divina idea de Dios, purificó y sanó a multitudes por medio de Jesús. Esta iluminación trajo el consuelo del amor de Dios a la humanidad sufriente. Actuó tanto con ternura como con poder. Destruyó la cizaña de la falsa mentalidad, la mente carnal. Reveló la presencia y eternidad de Dios como Amor.

En la víspera de su crucifixión Jesús dijo a sus discípulos, a quienes iba a confiar su amada misión: “Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad”. Juan 14:16, 17; Luego se refirió al Consolador como el Espíritu Santo que habría de enseñar a los hombres todas las cosas. En otras palabras, una revelación posterior del Cristo, la Verdad, estaba destinada a venir al mundo. En el día de Pentecostés la iluminación del Espíritu Santo fue tan brillante que apareció a los apóstoles como lenguas de fuego. Hoy la iluminación espiritual acompaña la revelación de la Ciencia Cristiana, y aquellos que están preparados para recibirla sienten el poder transformador del Espíritu Santo.

Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia Cristiana, ilumina el significado del término Espíritu Santo al decir en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras: “Jesús demostró el Cristo; probó que el Cristo es la divina idea de Dios — el Espíritu Santo o Consolador, que revela el Principio divino, el Amor, y conduce a toda la verdad”.Ciencia y Salud, pág. 332; Aquí notamos nuevamente la idea de desarrollo en relación con el Espíritu Santo. Y esta explicación nos lleva naturalmente a esta definición dada en el Glosario de Ciencia y Salud: “Espíritu Santo. La Ciencia divina; el desarrollo de la Vida, la Verdad y el Amor eternos”.ibid., pág. 588;

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