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No se quite la vida

Del número de octubre de 1979 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Nunca se dé por vencido. Tal vez le parezca como si estuviera en el fondo de un pozo. Creo que sé un poco cuán solo se siente. Pero no se quite la vida. Lea este artículo y ore sinceramente. Encontrará la manera de resolver sus problemas.

En realidad, nadie está aislado, como si estuviera en una isla. Es posible que le parezca que ya es muy tarde para decírselo, pero todos lo necesitamos. Usted tiene algo que dar al mundo. Cada flor tiene algo que embellece el jardín donde crece. Tal vez usted no vea todo lo bueno que tiene para dar, pero está allí.

Quizás crea que no hay un Dios, o que Él lo ha abandonado. Pero, en realidad, Dios es nuestro Padre-Madre, quien ahora mismo está cuidando de cada uno de nosotros; dejemos que lo haga. “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”, Jer. 31:3; es la manera en que un escritor nos habla del amor de Dios. Debido a Su amor, Dios está expresando el bien en usted. De hecho, Él lo necesita a usted por siempre para expresarse a Sí mismo. Si usted acepta aunque sea una pequeña parte de ese pensamiento, tendrá una vislumbre del bien que usted expresa ahora. El fuego más intenso de una chimenea comenzó con la chispa de una vacilante llamita.

Nosotros lo necesitamos aquí para que exprese su propia y única individualidad como idea de Dios y para que responda al bien que Dios manifiesta en todos nosotros. Posiblemente hasta ahora no le hayamos expresado suficiente bondad. Muchos de nosotros quizás no la expresaremos mejor mañana. Pero ya sea que nos demos cuenta de ello o no, todos lo necesitamos. Y si deja que brille la luz que Dios está expresando a través de usted, eso nos ayudará a amarlo. Usted sabe, es más fácil sonreírle a quien nos sonríe primero. Nuestro mutuo amor disolverá todo temor y odio. Y ese amor, como la expresión de Dios, es la vida misma, pues “... Vida es sólo Amor”,Escritos Misceláneos, pág. 388. escribe la Sra. Eddy. Quizás usted nunca haya oído hablar de ella o de la Ciencia Cristiana, que ella descubrió, pero si usted piensa en Dios como Vida y Amor y en la vida como la expresión del amor de Dios, esto le dará esperanza para su vida presente.

Estoy seguro de que habrá pensado en la vida después de la muerte. La mayoría de nosotros lo hemos pensado. Posiblemente crea que no puede ser peor de lo que es aquí — tal vez algo así como salir de una espesa niebla a un día luminoso y lleno de sol. ¿Está usted seguro de ello? En cierta manera, somos lo que creemos. La experiencia por la cual atravesó Cristo Jesús nos enseña que la muerte no cambia de una manera fundamental lo que creemos o experimentamos. Únicamente el Cristo eterno, la Verdad, lo hace. El Cristo nos dice que el hombre, en realidad, no es un mortal desesperado sino el amado y perfecto hijo de Dios.

En efecto, usted es ahora mismo ese hijo de Dios. Declare este hecho. Acéptelo. Y comenzará a despejar su mente de todo sentimiento de temor, así como una buena lluvia depura el ambiente. Entonces todos los problemas de su vida comenzarán a despejarse. La Verdad me ayuda a mí y a todo aquel que la aplica sinceramente.

Por tanto, usted no puede quitarse la vida — no puede porque Dios es su Vida. Pero sí puede ver de una manera más profunda y más clara, lo que significa su expresión de la vida. Si no lo ha visto claramente después de haber leído este artículo, le ruego que lo vuelva a leer. Y quizás hasta una vez más. Algunas veces yo he leído y releído un artículo en una publicación periódica de la Ciencia Cristiana hasta captar el mensaje. También usted puede captar este mensaje: Dios lo ama, lo necesita; nosotros también lo amamos y necesitamos, y usted nos necesita; es necesario que se quede aquí mismo y resuelva sus problemas.

Hay un camino.

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