El interés actual por el ocultismo y la considerable publicidad que ahora se está dando a los métodos que alegan capacitarlo a uno para influir a otros mediante un control mental, es una advertencia que no debe ignorarse.
Estos métodos no son ni atractivos ni aterradores para quienes comprenden no sólo la Ciencia de la Mente divina sino también algo de las maquinaciones de la mente humana. Saben cuán falsas son las bases de estos sistemas mortales de control mental, y cuán ilusorias sus consecuencias. Por tanto, no los usarán, ni los temerán, ni serán afectados por dichas maquinaciones. Están preparados para protegerse contra la tentación de usar esos llamados poderes mentales sobre otras personas, y saben por qué son sabios al no dejarse influir y aceptar como suyos los pensamientos mortales que otros pudieran intentar imponerles.
La Sra. Eddy a menudo se refiere en sus escritos a los insidiosos y clandestinos métodos de los enemigos de la sociedad que procuran dominar a otros por medios mentales. Ella expone y condena la práctica de manipular mentalmente a otros, y, al mismo tiempo, nos asegura y explica la base desde la cual podemos defendernos para no aceptar sugestiones extrañas en nuestra consciencia. Escribe en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras: “Nunca temáis al que usa la mala práctica mental, al asesino mental, que, al tratar de dominar al género humano, pisotea el Principio divino de la metafísica; porque Dios es el único poder”.Ciencia y Salud, pág. 419;
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