Mi cuarto está oscuro; estoy sola.
Pero ¿es eso algo que me puede asustar?
¡Seguro que no! Yo nunca estoy
Sola, porque Dios aquí conmigo está.
Él me sigue amando durante la noche,
Por tanto todo está siempre bien.
Él cuida de Su hija —¡y ésa soy yo!
Acostada en mi cama, me siento feliz.
Y pronto me quedo dormida con gozo
Sabiendo que todo niño, sin excepción,
Está siempre al cuidado de nuestro Padre,
Porque Dios Mismo, en todas partes está.
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