¿Considera usted que el ingreso que recibe por su trabajo es su provisión?
Consideremos este punto más detenidamente. Por supuesto que el dinero de por sí no es verdaderamente sustancial, pues su valor fluctúa, puede disminuir, retenerse, perderse, destruirse. La creencia de que el dinero es la fuente principal de satisfacción acaba por despertar avaricia, envidia, ansiedad, temor — emociones perjudiciales que deben eliminarse para que reine la paz.
Dios, la Mente, es nuestra verdadera fuente de provisión. La Mente constantemente se manifiesta en ideas — múltiples, inagotables, infinitas. Estas ideas constituyen la verdadera consciencia del hombre. El hombre, como una expresión individualizada de la Mente única y omniactiva, incluye todo lo que la Mente imparte: sabiduría, inteligencia, integridad y así por el estilo. Jamás hay carestía de cualidades espirituales, jamás se reduce su provisión. Podemos confiar en la comprensión de estos hechos espirituales.
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